Mi suegra Richelle es la mejor. Franco, mucho menos. Ayudar a Richelle a montar el arbol de Navidad es muy divertido, su trasero se ve increible con ese vestido... um, quiero decir, en el espiritu navideno, !si! Hablando de eso, no podia esperar a que mi suegra abriera su regalo. Parecia complacida con el sexy atuendo y fue a probarselo. Llamo a Frank. Frank dijo que no podia volver a casa. Pero eso no iba a impedir que mi suegra obtuviera lo que necesitaba. Richelle puso sus grandes tetas en mi cara y me hizo chuparle los pezones antes de sacarme la polla para una mamada descuidada y una paja cubana. La folle fuerte, su gran culo se movia y bailaba mientras la follaba. La folle por detras, haciendo que mi madrastra se corriera varias veces antes de darle mi otro regalo; una gran carga en la cara.