Cory Chase le admite a Donnie, el hermano de su marido, que su vida sexual se ha vuelto monotona. Luego, Donnie sugiere probar algo nuevo, como el sexo anal. Aunque Cory inicialmente se muestra reacia, esta dispuesta a hacer cualquier cosa para salvar su matrimonio. Ella va al dormitorio con un poco de lubricante y un arnes para practicar anal. Cuando se da cuenta de que necesita ayuda, le ruega a Donnie que la una con su pene para preparar su ano para su marido.